desahogándome

Ya he visto el texto definitivo y efectivamente confirma mis sospechas. Tenemos lo que merecemos.

Yo no arremeteré contra los compañeros que habrán hecho lo que han podido presentándose en pelotas ante una patronal con todo a favor.... solo espero estar mejor que sin convenio, pero eso nunca lo sabremos. Lo que está claro es que querer compararlo con el anterior sería ridículo. Este es el convenio de la agonía, del que se ve muerto a la vuelta de la esquina.

Agradecer a nuestro queridísimo gobierno el haber vendido a tantísimos trabajadores obligándolos a firmar convenios abusivos en el peor momento económico del país. Gracias al gobierno y a quien lo apoye, culpables por igual.

Y ahora nos quedan veinte años más despotricando de los sindicatos firmantes por quienes no han movido un dedo, haciéndole el juego a la patronal, destruyendo afiliados y propiciando un estado de indefensión total ante una patronal cada vez más fuerte y unos sindicatos cada vez más débiles, a los que seguiremos exigiendo representación firme y contundente habiéndolos despojado de todo poder, así que también agradeceré este convenio a los no afiliados a ningún sindicato, que tendrán mucho que decir de las obligaciones de éstos para con los suyos. Paradójico no?. Te doy por culo pero quiero que lo pierdas salvándome el mío. Eso es lo que respiro en mi oficina. No me sindico, no te apoyo, te machaco y hago campaña en contra, pero quiero que me soluciones la papeleta.
Los sindicatos están enfermos sí, pero eso también es culpa nuestra.

Tenemos un convenio a la altura de los compañeros, de los sindicatos, de nuestra patronal y de nuestro gobierno. Tenemos un convenio a la altura de este país. Tenemos lo que merecemos mires a donde y por donde lo mires y el que esperaba lo contrario es que no tiene ojos en la cara, no ve lo que está sucediendo en este país del que cada vez encuentro menos motivos por los que sentirme orgulloso. El que esperaba sueldazos y condiciones espectaculares es que le han amputado parte del cerebro o lo ha dejado en casa. El que se pensaba que esto podía tener un final feliz es que aún no se ha dado cuenta del rumbo que lleva el mundo, de quién tiene la batuta.

Queremos un convenio que rescate nuestra precaria situación pero votamos a partidos que rescatan bancos en vez de personas. Queremos un convenio favorable para el trabajador y ponemos a un registrador al frente del país. Queremos un mundo más social pero apoyamos políticas para ricos, desde hace ya demasiados años. Lo queremos todo, pero cada vez nos queda menos.